viernes, 12 de junio de 2009

Si ese redactor puede, ¿por qué tú no?

Desde que en quinto básico la satánica profesora Lea Gabriela Schultz decidió, de enojada, hacernos dictados clase a clase con nota "al libro", mi percepción de la ortografía cambió. No tanto por deseo, sino más bien por necesidad. Después de un año completo de tres-coma-algos al libro (¿de verdad ella esperaba que un grupo de niños de 10 años supiera escribir "alhelí"?), algo pasó que empecé a darme cuenta que tenía mejor ortografía que la mayoría de la gente. Después de esa terapia de shock, mi actitud ante el asunto empezó a evolucionar, y ha cambiado mucho desde entonces.

Cuando chico, sabes que no todo el mundo aprende al mismo tiempo, así que no es problema que no todos escriban las cosas bien.

Después, ves que estás en el colegio después de todo, y que ahí se va a aprender, así que si no todos escriben perfecto, ¿qué importa? Se supone que en eso están.

En los últimos años de adolescencia y con la P.A.A. o P.S.U. encima, y los planes de estudiar distintas profesiones y oficios, aceptas que no a todo el mundo le interesa algo tan específico y discutiblemente trivial como la ortografía, y entiendes que no te tiene por qué importar cómo todos escriban.

Un poco después, ya en la universidad y estudiando Publicidad (primero en una universidad del Consejo de Rectores y después en una privada), repasas el mantra de "estamos aprendiendo", y no te molesta que de repente la gente escriba "hací me gustan las cosas". Total, te imaginas que de ahí a noveno semestre eso empezará a pasar menos.

Obviamente, en algún momento caes en cuenta de que no todo el mundo tiene acceso a la misma educación, y en general a las mismas oportunidades en la vida, y fijarse en la ortografía empieza a parecer una estupidez aún mayor.

Así que todo bien con la vida... hasta que te topas con esto:




De pronto, te invade la rabia al ver que una persona que está en la agencia (supongo que no una agencia chica, ni nueva), y que es REDACTOR PUBLICITARIO logra cometer 4 errores ortográficos en un aviso de menos de 15 palabras. Un aviso de texto, por lo demás.

Además, esta pieza significa que nadie en la agencia, ni en Nike, ni en ninguna parte de la inmensa línea productiva por la que pasa una pieza gráfica desde que es concebida en un (¿pequeño?) cerebro, hasta que queda impresa y puesta en Avda. Andrés Bello, se dio cuenta de ninguno de los cuatro errores. Ninguno, porque por uno solo de ellos, la pieza pudo haber vuelto al computador y haber llegado a imprimirse sin ese error.

Y es que no hay excusa en este caso, porque ese redactor publicitario:

-Fue al colegio, donde trataron por doce años de enseñarle a escribir bien.
-Dio una prueba de Verbal o su equivalente actual, que de alguna manera le permitió entrar a la universidad o instituto.
-Estudió la carrera de Publicista, o algo más que le permitiera obtener el trabajo que hoy tiene.
-Terminó la carrera de Publicista.
-Decidió dedicarse a la redacción publicitaria, una carrera en la que supongo que saber escribir las palabras debe tener algún nivel de importancia.
-Pasó un proceso de selección de personal para una agencia de publicidad.
-Se supone que estuvo un tiempo en la agencia sin ser demasiado malo antes de que le dieran una cuenta gigante como la de Nike.
-Tiene Word (o algún equivalente) en su computador, programa que tira líneas rojas o verdes ante tamañas idioteces. A menos que tenga un computador anterior a 1995 (sin Spell Checker automático en Word), cosa que dudo.

Con todas esas agravantes, este señor (o señora, o señorita, aunque en la práctica es más probable que se trate de un señor) logró, en un pequeño y simple aviso:

- Poner un punto seguido (¿o aparte?) en el medio de una oración, justo antes de una pregunta que claramente nace de esa introducción... pero no nos pongamos exquisitos, porque la tecla del punto y la tecla de la coma están al lado y el tipo puede haber tipeado mal, y bueno, tú sabes...

- No ponerle tilde a un "tú" que es pronombre y no adjetivo... pero no nos pongamos exquisitos, porque en el mundo sigue habiendo gente que vive en la época de las primeras máquinas de escribir y se niega tozudamente a tildar las MAYÚSCULAS (¿viste que se puede?)...

- A pesar de cuidar tanto la puntuación en un lugar donde... bueno, no correspondía... no pone un punto donde realmente debería ir, después de "conmigo"... pero no nos pongamos exquisitos, que ésa puede ser una opción estilística y supongo que en ese caso podría llegar a ser respetable.

- Escribir "porque" en una pregunta, en vez de "por qué"... y ahí si que no es de exquisito, porque la diferencia entre "por qué", "porque" y "porqué" te la enseñan todos los años desde tercero básico en adelante, y del desglose anterior extraemos que esa persona ciertamente tiene la básica completa. Así que ahí sí que puedo decir que ese redactor publicitario escribe como las huevas.

Aún así, esa persona tiene trabajo en una agencia, y yo no, porque estamos en un mercado y en una sociedad acostumbrados a premiar la mediocridad, a quitarle importancia a los errores mientras no se noten demasiado. Una sociedad con profesores negligentes que permiten esto, con apoderados negligentes que esperan que los profesores permitan esto, y con individuos negligentes que no se toman la molestia de tratar de obtener, por sus propios medios, la educación que los dos anteriores se negaron a darle. Bueno, esa persona tiene trabajo y yo no por esos motivos, y porque yo no he buscado tampoco. Je.

Así que la idea no es ponerme grave, ni esperar que todo el mundo escriba perfecto, ni que le pongan acentos a sus conversaciones de MSN ni puntuación a los comentarios de Facebook. Ni mayúsculas a su nombre siquiera. Me da lo mismo. Yo mismo tengo faltas de ortografía... casi nunca, pero tengo. En zerio. Lo único que me gustaría sería que la gente cuyo trabajo es la palabra escrita en sí (como los periodistas, pero esos dan para otro post porque tengo sueño) supiera, en definitiva, escribir las palabras.

2 comentarios:

Andrés I. M. dijo...

definitivamente no todos aprenden igual, pero creo que como varias cosas es un trabajo compartido el que los niños aprendan bien eso... hace un par de dias atrás recuerdo que mi mamá me dijo que la profesora le puso nota siete a mi hermana aún teniendo dos palabras mal escritas en el dictado... ella está en 1° básico... mal. yo me siento horrible cuando veo que he escrito algo con alguna falta muy grave, mi problema son los tildes y el significado de ciertas palabras (me falta leer más). aquí en Chile es una cuestión de cultura =/... va a pasar un buen tiempo para que esto cambie...
me gustó lo que publicaste hoy, suena extraño pero es algo que decearias haber leido en algun diario :P...

Saludines ;D

Diers Eve dijo...

Uno ve tantas veces las palabras mal escritas en Internet, que llega a confundirse. Yo misma tiendo a obviar las mayúsculas en los comentarios de pura flojera, pero los acentos no los perdono y los horrores como "sobretodo" en vez de "sobre todo" por "principalmente" o el uso indiscriminado de "sino" cuando corresponde "si no" y viceversa me dan urticaria.

Me carga la gente que dice que tiene buena ortografía y escribe "porque" en vez de "por qué" y "a parte" en vez de "aparte". Jactarse de algo que uno no tiene es estúpido y te deja en ridículo.

Por último, la ortografía es muy importante, es lo que nos ayuda a comunicarnos en forma civilizada y a que el receptor del mensaje capte lo que el emisor quiso decir y no otra cosa.

Con los "ahió" y las palabras que reemplazan cualquier letra por la equis ("grax") se está yendo al caño nuestra cultura y lo poco que nos define como seres humanos pensantes.

Gracias por esta entrada, me hace sentir en sintonía con otro ser humano en algo que normalmente me aísla del resto del mundo.

Un abrazo gigante y ojalá nos veamos pronto,
Val