martes, 25 de mayo de 2010

elige tu propia aventura - life edition

Y bueno, pasa que fuimos a una completería de esas allnighters que hay en Bellavista (la locación y horarios son relevantes pq hace que todo sea un poco más tirado de las mechas) y nos encontramos con un poster muy completo que al parecer te enseña cómo vivir la vida y cómo reconocer las señas de estar viviendo una vida de Vida (y) Salvación o de Condenación y Muerte. Por supuesto, por el hecho de estar en ese lugar y a esa hora y por ser las personas que éramos, al no estar haciendo NADA ya estábamos haciendo como siete acciones del lado Condenoso-Muertoso. Pero bueno, al menos ahora ya lo sabemos. A continuación algunos detalles del póster (ya dije que era muy completo, y por lo tanto la foto del póster entero no es una opción).

Aquí se puede apreciar el inicio del camino, y cómo todo empieza junto con la decisión de no tomarse el tiempo de buscar cómo se escribía la palabra decisión (pasa en los noticiarios, pasa en la vida). Ahora, partir vendiendo el camino de la corrección con el atractivo atributo de la dureza podría no ser tan buena idea. Tanto así, que uno podría llegar a optar por la inmundicia.




Aquí una imagen de un domingo cualquiera a.k.a. el centro mismo de la Condenación. Podemos apreciar cómo un montón de gente cerca de un escenario (por lo visto, en el camino de la Corrección no hay música en vivo) pelea hasta quedar ciega, mientras otros fuman opiáceos hasta quedar necios, y a otro al parecer se le olvidó comer y quedó tan débil que se desmayó/murió. Adicionalmente, los indígenas y los músicos tropicales tienen infierno asegurado porque sí.






Todos los puntos perdidos con el fiasco de la "desición" son recuperados con la palabra dominguera favorita: Concupiscencia. Que lleva al libertinaje, que a su vez facilita la fornicación, y como sabemos todos los que fornicamos o hemos fornicado o contemplamos la posibilidad de fornicar, de ahí a la violencia y al homicidio hay sólo un paso. Cuento aparte es la procesión claramente católica que el póster delicadamente califica como idolatría.






¿La guinda de la torta? No sé si es la prostitución o la hechicería, pero por precaución no voy a dejar que nadie se me acerque por la ventana de un auto ni mueva una rama de ningún tipo en mi presencia. Y si usted adivinó cuál era la guinda de la torta, aléjese de mí porque la Adivinación tampoco se escapa de la ira del Señor.

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