Vayaina

Creo que debería existir un término político con tufo a científico y a serio para referirse a los cónyuges de la gente que inicia carreras políticas. Ojalá que fuera unisex. Digo, porque a pesar de que, como soy súper empático y buena onda y perfecto, entiendo por qué se eligieron las palabras usadas en este artículo de Revista Qué Pasa que hablaba de los relojes Toy Watch (una no-noticia de ésas que abundan), igual me parece violento y retrógrado que Piñera tenga el título de "presidente electo" en la nota, Barack Obama tenga el de "el presidente estadounidense", un montón de personas sin nombre (para fines de la nota) tengan el título de "sus asesores más cercanos", y Karen Doggenweiler...



...el título de "mujer". O sea, Piñera ganó una elección, Obama es presidente de un país, un montón abstracto de personas asesoran (cercanamente, por lo demás) a alguien que ganó una elección, y Karen Doggenweiler es reconocida en varios círculos por... tener vagina. La metritocracia en acción, de la mano de la igualdad de géneros.

Ya no escribo más, porque como se me olvidó pagarle el arriendo del depto a la mujer, tendré que ir al banco a hacer un depósito con la mujer, aunque si llego después de las 2, el hombre me puede dejar afuera y tendré que llamar y darle explicaciones a la mujer (la primera, a la que le debo el arriendo, no la que está circunstancialmente con su vagina en un banco detrás de una ventanilla; igual no es mi culpa si usted se confunde, esto de la nueva terminología políticamente correcta no es para todos). Shau.